martes, 17 de noviembre de 2009

María Lionza o Yara, la reina del amor

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Es reverenciada como diosa de la naturaleza, del amor, de la paz, de la fortuna y de la armonía. Su imagen representa una organización religiosa horizontal, cambiante, que llega a todos los estratos de la sociedad.

Es la Reina y máximo escalón de las cortes espirituales venezolanas, por tanto considerada la máxima autoridad espiritual, después de la Santísima Trinidad y la Virgen María Madre de Jesús.

María Lionza viene a encarnar en América al igual a la diosa Venus, la diosa de la paz, el amor, la armonía, siempre relacionada con la magia del agua, perfumes, bosques, montañas. Misterio Universal de la feminidad y el amor.

El escultor Alejandro Colina la inmortalizó para el mundo como una mujer desnuda de musculatura atlética, sobre un danto (tapir macho, adorado por tribus indígenas), y con las manos extendidas en las que sostiene un hueso de pelvis femenina (símbolo de la fertilidad) en sus pies el danto aplasta a unas serpientes, símbolos de envidia y egoísmo.

Es durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez que se levantó la escultura con la imagen de "Maria Leonza" sobre una danta en Caracas. Está en la Autopista del Este, justo al lado de la Univers

Origen

Se cree que Yara (nombre comúnmente impuesto a esta deidad aborigen) como era conocida antes de la llegada de los españoles, sería el producto de la fusión de varias culturas nómadas provenientes de Brasil, del occidente venezolano, e incluso de Colombia, que emigraron en algún momento a las tierras del estado venezolano Yaracuy. Comúnmente se le suele representar como una mujer fornida montada sobre una danta o sentada sobre rollos de serpientes, y que gobernaba un fabuloso reino en las aguas subterráneas de aquellos montes y montañas. Considerada "La Reina" de la naturaleza, su trono está acompañado de todo tipo de animales autóctonos como tortugas y boas constrictor.

Cien años después de la llegada de Cristóbal Colón, los indios Jira Jara y los negros cimarrones compartían el culto a la deidad en la capitanía de Venezuela. La batalla entre el Negro Miguel y Diego de Losada hizo mucho más fuerte la creencia en esta diosa y su culto.

Se suele oír que hubo intentos en difuminar un culto para ese entonces “Pagano”, y que la iglesia bautizó a Yara con un nombre católico: “Santa María de la Onza de la Talavera del Prado de Nívar”, hecho que aún está en duda para antropólogos e investigadores.

La capacidad de esta diosa para adaptarse a cualquier situación política, social o cultural, es lo que ha potenciado su carácter de "Reina Madre" de la naturaleza, icono de la identidad venezolana. Es hoy, uno de los símbolos del sincretismo religioso y social más importante que ha ocurrido en Venezuela. Es un culto pagano, tolerante, y practicado en todos los estratos de la sociedad venezolana.

Cada 12 de octubre hay una peregrinación de creyentes "marialionceros" de todas partes de Venezuela y del Caribe que van a rendirle culto en la montaña de Sorte en el estado Yaracuy. Es en Quibayo, como es conocido el lugar de la resistencia indígena, donde se reúnen a realizar el "Baile de la Candela" (las Brasas), el momento social más importante del culto.

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